Si me dejas... pues dejame.

Me parece muy interesante la forma de actuar que tenemos cada uno a la hora de acabar una relación, y me pregunto porqué pretendemos pasar de ser pareja, un día, a ser amigos del alma, al siguiente.

Siempre he pensado que no es bueno negarte a lo que te apetece, o forzarte a hacer algo que en ese momento no necesitas, pero... hay cosas y cosas.
Como ejemplo de esto os pondré el momento en que una relación termina, especialmente, y por lo que me ha enseñado la experiencia (no solo a mi, si no también lo que he visto a mi alrededor), cuando un hombre deja a una mujer. En ese momento, el hombre pretende ser "amigo", "nos seguiremos viendo", "hablaremos", "eres muy importante para mi", "no te quiero perder", bla, bla, bla. Y en ese punto, no puedes negarte la necesidad de hablar con el (le llamas..., messenger...), incluso volver a verlo ("nada, nos tomamos algo y ya esta, para ver como le va" (luego no se sabe como acabareis...)) Bueno no me parece mal, en cada momento se necesitan unas cosas y, al fin y al cabo, no debes forzarte, porque lo que se queda dentro se enquista, más vale sacarlo fuera... y todo acaba cayendo por su propio peso. Acabas por darte cuenta de que no es tan necesario como creias hablar con el, ni saber que hace o deja de hacer, ni te interesa como le va... Con esto no quiero decir que deje de importarte, pero ya no es lo mismo...
Cuando pasas esta fase, llega el punto en que empiezas a estar fuerte, en el que ves más alla... y el tiempo va pasando... y aquí llega la idea de esta entrada... "si me has dejado... dejame".

No se porque extraña razón, cuando el tiempo pasa los "ex's" vuelven, reaparecen. De repente sabes de ellos, te los encuentras, empiezan a interesarse por tu vida. Un día recibes un sms, o un mail, o te hablan por donde sea... Y sinceramente, cuando lo dejas con alguien, lo que menos necesitas es que vuelvan mareando. Pero siempre llega ese momento, no digo que pretendan volver contigo, pero ayudarte a olvidar... no ayuda.
Llamalo casualidad, llamalo azar, llamalo destino... si no ha reaparecido... reaparecerá.

Un abrazo...

Curvas que alguien besará...o no.

Este fin de semana Pego se llenó de disfraces, música, alcohol y hormonas.
Me resultó curioso darme cuenta de que en lo profundo de cada uno se esconde el más puro instinto animal, el deseo, la pasión. Observé la decadencia de las personas conforme avanzaban las horas y cómo somos capaces de poner una tirita a nuestro corazón sabiendo que por la mañana las cosas van a ser iguales que la noche anterior.

Porqué será que en determinadas fiestas siempre acabas teniendo experiencias absurdas y sin sentido, en las cuales incluso llegas a sentir lástima de la gente. No de las personas que duermen o vomitan en el suelo arropados por los amigos, sino de las personas que no cuentan con esos amigos. Cuando paseaba por las calles atestadas de gente y veia a personas absolutamente solas tiradas en el suelo me preguntaba "Porqué estás solo?" "Alguien te estará echando de menos?".

Las superamigas, como todos sabemos, somos capaces de aguantarle la cabeza a un amigo mientras vomita pero lo que más nos identifica como superamig@s es cuando en vez de reprochar a la mañana siguiente, te dicen que no ha pasado nada, que no lo recuerdan. Ahí te das cuenta de que no estás sola. Me consuela pensar que tengo gente a mi lado y que yo no sería la persona que se quedaría tirada encima de las bolsas de plástico y las botellas vacías de ron.

Otra de las cosas que me impactaron de este fin de semana es, como he dicho antes, la capacidad de poner una tirita, o en este caso un condón (en el mejor de los casos) y desahogarte con la primera persona que esté dispuesto a ello. He de reconocer que esas personas también llegan a darme lástima. Porque una cosa es conocer a alguien que te atraiga en un momento de la noche en la que eres plenamente consciente (o, al menos muy consciente) y decides que, esa noche, él (o ella) será todo tu mundo y por la mañana cada uno desayunará en su casa. Pero cuando llegan las 6 de la mañana y sólo ves lobos cazando indiscriminadamente, sólo por el simple echo de acostarse con una mujer esa noche, me parece triste. De verdad siento si tú, que estás leyendo estas líneas, eres uno de esos lobos (o lobas, claro que sí) y te están sentando mal estas palabras. Te digo desde ya, que no es mi intención censurar las prácticas sexuales de nadie, yo símplemente plasmo lo que opino; me parece absurdo acostarte con alguien esta noche si no te vas a acordar mañana.

El caso es que aquella noche hubo personas que durmieron acompañadas, que durmieron solas queríendo no estarlo, quienes durmieron con la botella vacía de ron, quienes se acostaron con una persona y despertaron con otra o las que, simplemente, durmieron pensando que aquella noche había valido la pena. No sé cómo dormiste tú, sólo espero que no te arrepintieras al día siguiente. Yo no lo hice.

Un beso!

Las "señales"...

Ayer me planteaba el poder de lo que llamamos "señales", y de ahi nació esta entrada...

Llamo señales a aquellas actitudes, expresiones o detalles que pretendemos que nos expliquen los comportamientos de la persona que tenemos delante... o, según se mire, pretendemos que nos de el poder para leer la mente de la otra persona y la lucided suficiente como para saber exactamente lo que piensa.
Cuando una persona nos atrae, este intento por leer su mente, reconozco que aumenta, pero hay cosas que no ayudan... Esperamos que haga/diga cosas que nos hagan entender que pretende de nosotras... superamistad? o algo más??
Tras vivir en varias ocasiones estas situaciones he de reconocer que... o yo leo muy mal las señales o que hay señales que pueden llegar a ser muy confusas.

Comencemos por las típicas... exceso de pegar, intentos de morder... cosas que desde fuera dices... "que rollo llevan estos?" y desde dentro... piensas lo mismo.

Apariciones estelares... conducir hora y media para quedar un rato, dejar de hacer cosas planeadas y unirte a las de la otra persona... "que rollo es este?"

Confianza excesiva... contarte cosas y reconocer que se siente mejor contigo que con nadie y que no ha podido contar a nadie más ciertos detalles... "que rollo es este?"

Llamadas a última hora del día en plan "buenas noches, es que me iba a dormir"... si tienes algo que decir vale, pero si no... "que rollo es este?"

Sms o llamadas perdidas a altas horas de la madrugada de "es que iba borracho y me acordé de ti"... yo me acuerdo de alguien yendo borracha y estando en plena fiesta cuando significa algo más para mi, si no es asi... "que rollo es este?"

Horas y horas enganchados al messenger hablando de "nada"... uff... "que rollo es este?"

Que sus amigos sepan de ti y de tu vida, sin haberlos llegado a conocer... o no sabes de que hablar con tus propios amigos o... por que saben tanto de mi??... "que rollo es este?"

Aparece con regalos y detalles... en los que lo más fuerte no es que sean caros o de alguna forma valiosos, si no, que te identifican totalmente, sabes nada más verlos que te conoce demasiado... y sinceramente, esto solo me da que pensar... "que rollo es este?"

Y un sin fin de "señales" que interpretamos, quizá como más nos conviene, o quizá no deberían darse en determinadas ocasiones...

Con esto no quiero decir que no haya situaciones en que estas señales son lo que parecen ser, pero si no es así... más vale ahorrarselas.

Un abrazo.

Eres la "superamiga"... asúmelo!

Normalmente estás toda la semana esperando el fin de semana... cansada del trabajo y las obligaciones pienas que va a ser distinto, va a ser especial...
Llevo unos meses viviendo esta sensación y cada domingo me doy cuenta de que he aprendido algo más.
Nos pasamos la vida buscando a la persona adecuada y cuando la tenemos delante...NO TE CORRESPONDE!!! pero qué pasa???? además parece que lo hacen adrede y cuando más de bajón estás, más parejas supuestamente felices ves por la calle. Menos mal que siempre te quedarán las personas que se han pegado la "ostia" como tú, y saben que el mundo del amor no es así de rosa como nos lo habíamos imaginado (es entonces cuando dos de esas personas se juntan para hacer un blog).
Además de la no correspondencia (lo cual es ya bastante jodido de por sí) viene el asunto del sexo. Como cualquier persona humana, a veces necesitas sentirte querida o, al menos, deseada. Pero no por cualquiera, evidentemente una tiene su orgullo y no va a enrrollarse con el primero que pase, NO. Entonces viene el lastre del sexo, lo quieres pero no lo quieres. Lo quieres, lo tienes y después te sientes igual de vacía que antes porque sabes que esa persona sólo es un parche.
Es aquí donde me pregunto ¿qué narices quiero? Sólo quiero a un hombre que sea atractivo, inteligente, que sepa escuchar y que respete mi independencia... un amigo con el que me pueda acostar muy a menudo y que tenga interés por hacerme tener un buen orgasmo (hago especial hincapié en que no se trata de hurgar en la vagina de la mujer... por favor, ahí no vais a encontrar nada y ya tenemos suficiente con las visitas periódicas al ginecólogo como para que te toque uno que crea que nos gusta que nos toquen el útero con los dedos, no hace falta ser un experto para adivinar que eso no es placentero!!!).
Nosotras queremos a un hombre que sea nuestro amigo y ese es nuestro mayor error. A ti te enamorará ese hombre, te encantará y desearás quitarle la ropa y un buen día quedará contigo. Tu pensarás -"Hoy es el día que me dirá que está enamorado de mí desde la primera vez que me vió"- Es entonces cuando te habla de la mujer a la que quiere y quiere pedirte consejo.
Tú, que siempre estuviste tan convencida de que habría algo entre vosotros, en ese momento te quedas con una cara de gilipollas que ni cuando intentaste entender "El mito de la caverna". ¿Qué narices fumaba Platón cuando imaginó a un montón de hombres atados con cadenas en el fondo de una gruta?
En fín, no hay mal que por bien no venga, estarás enamorada de tu amigo... no, no consigo saber que hay de bueno en eso.
Un consejo: ni se te ocurra decirle que te gusta, lo único que conseguirás es quedarte sin amigo. Porque ya se sabe, cuando un hombre te cuenta sus penas... sólo quiere ser tu amigo, o es un listo que te quiere ligar a la antigua... en ambos casos estás jodida.

Firmado:
Superamiga

P.D: si algún hombre lee esto y desea criticarlo es totalmente libre. De hecho si alguno tiene una versión distinta le ruego que comparta su sabiduría, luego ya veríamos si nos convence. Un besito!

Un nuevo comienzo...

Este blog nace con la sola idea de descargar vivencias y pensamientos que últimamente nos rondan muy a menudo.
Con el paso de los años te vas dando cuenta de la necesidad de ir aprendiendo de la vida según vas pasando por ella, pero aun así, hay ciertos detalles que se escapan al entendimiento, y por qué no decirlo, en muchas ocasiones a la propia razón. Temiendo la posibilidad de poder caer en los feminismos y la lucha de géneros, pero sin la intención de ello, este blog va encaminado a desahogar ideas que han ido surgiendo en relación a los hombres, las mujeres, y el contacto entre ambos, tanto de amistad, como de algo más...
Escrito por mujeres (que quizá no están en el mejor momento de sus vidas), está claro que el tema central a tratar serán los hombres, quizá como un propósito de entenderlos, o al menos, de poner en común historias que nos ayuden a darnos cuenta que no estamos solas en la ardua tarea del día a día.

El término "Superamiga" nació como definición de un estado que en un principio era difícil de comprender, pero que con el tiempo ha acabado... incluso teniendo nombre.
En "superamiga" te conviertes por la excesiva confianza con un hombre, la cual tu puedes entender como interés o algo más... pero en el momento en que el, comienza a contarte de todo, a ser tu amigo... tu ya no puedes ser nada más... espero que no pretendas tener una relación con el, por que te has convertido en su "superamiga". Las mujeres necesitamos una confianza, una "amistad" para poder llegar a sentir algo fuerte por un hombre, pero ellos... lo siento pero no.

A todo aquella/aquel que se deje caer por aquí.. que sea bienvenida/o. Agradeceremos los comentarios, y sobretodo las opiniones al respecto.

Un abrazo...